La profesional de la salud se encontraba entregando unas declaraciones a la prensa cuando sufrió el percance.

“Lo siento, me siento muy mareada. Lo siento”, dijo Tiffany Dover frente a las cámaras, antes de desvanecerse y desmayarse. Por fortuna, los médicos que estaban presentes en la sala la pudieron sujetar y atenderla de inmediato, evitando que se golpeara.

Tras el susto con la enfermera, quien es jefe de un hospital en Chattanooga, Tennessee, sus colegas dijeron luego a los medios de comunicación que la vacuna de Pfizer-BioNTech, nada tenía que ver con el desmayo que ella sufrió.

Transcurrieron unos minutos y Dover apareció nuevamente recuperada para dirigirse a los medios de comunicación, e indicó que ella padece de una dolencia que hace que se desmaye cuando sufre dolor. En este caso el dolor provenía del brazo tras la inyección de la vacuna.

“Me di cuenta de repente. Pude sentir que se acercaba. Me sentí un poco desorientada, pero ahora me siento bien, y el dolor en mi brazo ha desaparecido”, comentó la estadounidense, tal como recoge Fox News.

Cabe recordar que en medio del proceso de vacunación contra el coronavirus de Pfizer-BioNTech, una trabajadora de la salud de un hospital en el estado de Alaska, en Estados Unidos, tuvo una “reacción alérgica grave”. Los funcionarios del Hospital Bartlett de la ciudad de Juneau afirmaron que los 96 trabajadores del centro asistencial que recibieron la vacuna el pasado martes estuvieron en observación durante 30 minutos después de su aplicación.

La mujer de “mediana edad”, que no tenía antecedentes de sufrir alergias, comenzó a sentir molestias a los 10 minutos de iniciado el periodo y tomó benadryl, un antihistamínico.

Sin embargo, de acuerdo con información de la cadena NBC News, su frecuencia cardiaca se elevó y presentó dificultad para respirar. Por ello, fue enviada al departamento de emergencias del hospital. “Tenía un sarpullido en la cara y el torso”, manifestó Lindy Jones, la médica que la atendió, quien le administró epinefrina.

Tras permanecer varias horas hospitalizada, en la mañana de este miércoles la mujer dejó de recibir medicamentos y se esperaba que le dieran de alta en horas de la noche.

Responsables del servicio de sanidad pública británico advirtieron la semana pasada que las personas con un historial de reacciones alérgicas significativas no deberían recibir, por el momento, la vacuna contra la covid-19 desarrollada por Pfizer-BioNTech.

La advertencia se produjo después de que dos trabajadores del Servicio Nacional de Salud (NHS) británico, que estuvieron entre los primeros en recibir la vacuna, sufrieran reacciones alérgicas y necesitaran tratamiento.

Y es que los problemas logísticos en medio de la distribución de la vacuna de Pfizer-BioNTech tampoco han faltado. En California y Alabama devolvieron casi mil dosis porque se encontraban demasiado frías, teniendo en cuenta que los expertos aún no han establecido si una congelación mayor a los -70°C necesarios alteraría la efectividad y seguridad de la fórmula.

Dry ice is poured into a box containing the Pfizer-BioNTech COVID-19 vaccine as it is prepared to be shipped at the Pfizer Global Supply Kalamazoo manufacturing plant in Portage, Mich., Sunday, Dec. 13, 2020. (AP Photo/Morry Gash, Pool)Foto: AP

Gustave Perna, general del Ejército que se desempeña como director de operaciones de Operation Warp Speed, durante una rueda de prensa dijo que dos bandejas que contenían un gran número de dosis e iban para dos localidades de California se encontraban más frías de lo que se supone que deberían estar. Lo mismo aconteció con una localidad de Alabama.

“Las cuatro bandejas nunca salieron de los camiones en los que llegaron (…) no nos arriesgamos”, dijo Perna.

Además, Perna indicó que Pfizer y la Administración de Alimentos y Medicamentos y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades están trabajando para establecer si la fórmula aún se puede usar cuando alcanza temperaturas tan bajas, lo que significaría que las dosis devueltas finalmente podrían ser utilizadas en caso de confirmarse que no representan un riesgo porque nunca dejaron de estar congeladas.