Raissa revisó su teléfono y se dio cuenta de que Tom había pedido todo eso, por lo que no le quedó más remedio que pagar. En total fueron 100 dólares más propina, obviamente.

La mamá tomó con buen humor lo que Tom había hecho y repartió el exceso de comida con sus familiares que viven en el mismo edificio. La cereza del pastel fue que Tom se quejó con su madre porque en el pedido faltaba un postre Apple Pie.

Cuando hay silencio en una casa con niños es señal de que algo están tramando. Quizá Tom tenía hambre y ganas de un juguete, pero le pareció muy egoísta pedir solo para él y por eso hizo este pedido para toda su familia. Qué considerado.