A partir de que comenzó la emergencia sanitaria por el covid-19, los cubrebocas se convirtieron en uno de los productos más solicitados en el mundo y poco a poco se volvieron más sofisticados.

En la Feria Electrónica de Consumo que se lleva a cabo cada año en Las Vegas, Nevada, en Estados Unidos, la tecnología aplicada a las mascarillas no dejaría de ser un tema de interés para todos. La compañía Razer Inc., especializada en hardware para videojuegos, impresionó a todos con el diseño de su Proyecto Hazel, un cubrebocas ultramoderno.

Según el director de diseño de Razer, Charlie Bolton, cuando la pandemia por coronavirus se extendió a muchos países, ellos ayudaron fabricando mascarillas certificadas que donaron en lugares como Sudáfrica y Malasia. Pero eso no era suficiente para los expertos en tecnología.

Al tomar en cuenta los inconvenientes de usar una mascarilla, como la dificultad para hablar, filtrar aire y observar los gestos de las personas, empezaron con el Proyecto Hazel, que consiste en el diseño de un cubrebocas sustentable y tecnológico. Es la mascarilla más inteligente del presente.

Es de tipo N95, hecha de una cubierta rígida y ligera de plástico reciclado, es reutilizable e impermeable. Cuenta con dos ventiladores circulares que filtran el aire limpio y el CO2 y atrapan hasta un 95 por ciento de las partículas de aire en las que viajan los virus.

El detalle ultramoderno de la mascarilla Hazel es que la parte de la boca es transparente para poder notar los gestos de quien la usa, está equipada con un sistema de luces LED para iluminar la cara en la oscuridad y en los ventiladores también hay un sistema de micrófonos que amplifican la voz.

Hazel vendría resguardada en un maletín con luz ultravioleta, que serviría para esterilizar la mascarilla y también como una fuente de poder para recargarla de energía.

Sí parecen el futuro nada lejano de las mascarillas, sin embargo, por muy geniales que luzcan esto es un proyecto todavía. Es decir que aún no cuentan con las certificaciones necesarias para comenzar a ser producidas.

La mascarilla Hazel tiene que pasar por un proceso de certificación para tener el visto bueno de varias organizaciones como la Administración de Alimentos y Medicamentos, el Centro para el Control de Enfermedades y la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional en Estados Unidos.

Charlie Bolton está entusiasmado por esta mascarilla con alta tecnología, pero aún no se sabe si podrá comercializarse y el costo que tendría. Aunque lo que realmente queremos es que las vacunas para el covid-19 sean efectivas y todos las recibamos pronto, todavía estamos a tiempo para pensar en cómo usar cubrebocas más cómodos, prácticos y avanzados.